"Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas." Marcos 1:22
Nadie puede interpretar un escrito con tanta autoridad como quien lo escribió, de esta forma Dios envío a su Hijo, el autor de todo, para enseñarnos. El evangelio de Marcos se refiere a Jesús como maestro o rabí, porque sus acciones confirman su autoridad, y es de esta manera como nuestras acciones, también, deben confirmar nuestra autoridad, es por eso que tenemos la responsabilidad de nombrar las cosas por su nombre, y al mal llamarlo como mal, enfrentándolo con el poder del Espíritu Santo con el que hemos sido bautisados. ¡Señor, que enseñemos con autoridad dónde quiera que estemos! Amén.