"¡El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él !" Lucas 2:40
El crecimiento de Jesús muestra que había vigor en él, formándose sabiamente, ya que sobre él estaba la gracia de Dios. Esto nos hace saber que estamos en las manos de Dios preparándonos desde que nacemos para cumplir nuestra mision, además, vemos el papel tan importante de los padres al llevar a sus hijos al templo, ya que sus vidas como su relación con Dios es un proceso de continuo crecimiento. Que el inicio de un nuevo año marque la responsabilidad más importante de todas, seguir instruyendonos, y a nuestros hijos en el camino del Señor.
¡Señor, que digamos creciendo en tí! Amén.
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