"Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios". Marcos 15:38
Cada día tenemos la oportunidad de aclamar a Jesús como Rey de nuestras vidas, al igual que las personas que gritaban ¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en nombre del Señor!, porque en él encontramos salvación y vida eterna. Está semana rememoramos la pasión y muerte de Jesús, significado de amor a la humanidad y en obediencia al Plan Divino de Redención, en una comunión directa con Dios, donde la obediencia, la humildad y el sacrificio se entrelazaron para darnos el regalo inigualable de la vida eterna.
Señor, que nuestra comunión contigo permanezca por siempre! Amén.
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