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Mostrando entradas de abril, 2024

"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer." Juan 8:5

Jesús se presenta como la vid verdadera, al Padre como el Viñador y a los discípulos como a las ramas. Jesús esta como mediador entre el Padre y los discípulos, esto nos dice que no podemos dar fruto al estar separados de Jesús, no tendremos la fuente de vida, sin nuestra conexión con él no daremos fruto y seremos echados al fuego. Dios nos ha dado su Palabra que es viva y es eficaz, ella es la que hace que nosotros seamos mejores cada día, sin él no somos nada y seremos echados al fuego porque no tendremos fruto. Señor, que permanezcamos unidos a la ti, la vid verdadera y con los cuidados que requerimos del Viñador. Amén

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11

Jesús al presentarse como el buen pastor da cumplimiento a la profecía que está en Ezequiel 34, y la cumpliría hasta la muerte de cruz, dando su vida por nosotros. La imagen del buen pastor nos llega al corazón, porque sabemos lo importante que es que alguien se ocupe de nosotros y nos cuide, de tal manera que nos encontremos confiados. Sabemos que Dios, a través de Jesús nos mueve a creer que él nos llevará a buenos pastos y a manantiales de agua, ofreciéndonos un espacio de amparo y de refugio. Señor, eres nuestro buen pastor, contigo estamos seguros.

"Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras." Lucas 24:45

Cómo los caminantes de Emaus, otros discípulos tenían dudas y miedo, pero Jesús confía en ellos: “Vosotros sois testigos de estas cosas”, por eso deben dar testimonio de ellas, irradiando su Espíritu dónde quiera que fuesen, con sus palabras y sus vidas. Está experiencia de vida permitirá que los discípulos y Jesús se unan, para que en él, ellos cumplan su tarea fundamentada en la cruz y poner en marcha la tarea de evangelización que hemos recibido, siendo, testigos, capaces de contagiar a todos los pueblos la Buena Nueva de salvación. Señor, que sigamos dando testimonio de que vives para siempre en nosotros. Amen

"¡Señor mío y Dios mío, exclamó Tomás.!" Juan 20:28

Tratando de imaginar el encuentro de Jesús con sus discípulos, después de su resurrección, encontramos que Tomas no estaba con ellos, pero cuando le dijeron, él respondió:_ "Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y mi mano en su costado, no creeré _", de nuevo Jesús se presenta a sus discípulos y a Tomás diciéndole: _ “Pon aquí tu dedo y mira mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente” _ y él expresó: * _ ”Señor mío y Dios mío” _ *. La confección  de Tomás nos presenta el camino de la fe que consiste en el paso de  no creer a creer . Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, si realmente creemos esto tendremos vida eterna. _ Señor, que creamos en ti y demos testimonio de que vives para siempre! Amén. _