Jesús les respondió: “De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna.” Juan 6:26,27

Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida”, este es el signo que debe tener repercusión en cada persona, ya que él es el alimento para el alma, él es quien responde sus dudas, sus temores, sus interrogantes y atienden a sus necesidades; la gente está necesitando de respuestas que sólo él sabe dar, como en Capernaúm. ¿Qué estamos haciendo en nuestro día a día para recibir de su alimento?, recordemos que somos salvos por gracia, que nuestras obras son productos de nuestra fe y aún esta fe es un regalo de Dios, y las obras son un fruto de la salvación; y que Jesús es el alimento presente y para la vida eterna.

Señor, que nos alimentemos de ti y vivamos en acciones de vida cada día. Amen

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Lectura

"Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre" Juan 6:51

El pueblo judío inició su liberación con la cena Pascual celebrándola en un mismo espíritu, también, Jesús celebró una alianza nueva y eterna en compañía de sus discípulos con la cena Pascual, además, durante su ministerio Jesús comió con pecadores, y es que alrededor de la mesa se hace y crece la comunidad ya que al compartir la mesa con frecuencia, se van fortaleciendo los lazos de hermandad, él mismo dijo: "cuando dos o tres se reúnen en mi nombre... allí estoy en medio de ellos" ¡Señor y Dios, enséñanos a compartir el pan que recibimos de ti para darlo a los demás! Amen
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"Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos" Mateo 22:14

Jesús usa la palabra “llamados” como una invitación que extiende para todos y que hay diferentes maneras que la invitación llegue a las personas, sin embargo, los pocos escogidos son los que responden al llamado de Dios, reconociendo que han pecado y creen en él. Es necesario responder a la gracia de Dios libremente para ser parte de su pueblo, ya que es un festejo del que no se excluye a nadie, por eso, no hay excusa para no asistir a la fiesta de la vida, con amor, justicia y paz; en una palabra, no hay excusa para que no nos sintamos invitados. Hoy tu has sido invitado a esta fiesta! ¡Dios, que sea parte de la vida, parte de tu reino! Amen
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"Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." Mateo 25:1-13

Jesús nos habrá por medio de la parábola de las diez virgenes a no descuidar nuestra misión en el mundo y a enfocarnos en la venida del Señor al final de los tiempos, esto significa mirar y vivir nuestro presente a la luz de dicho acontecimiento, pero en el aquí y el ahora, revisando la vida y la fe en el caminar cotidiano, dejandonos iluminar por el Espíritu Santo para ir descubriendo las actitudes con las que vamos acogiendo el reinado de Dios en nuestra vida, sin darle tiempo a la angustia, sino a llenarnos de esperanza y de fe permanente. ¡Señor, que nos encuentres preparados y apercibidos! Amen.
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"Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios". Marcos 15:38

Cada día tenemos la oportunidad de aclamar a Jesús como Rey de nuestras vidas, al igual que las personas que gritaban ¡Hosanna al Hijo de David, Bendito el que viene en nombre del Señor!, porque en él  encontramos salvación y vida eterna. Está semana rememoramos la pasión y muerte de Jesús, significado de amor a la humanidad y en obediencia al Plan Divino de Redención, en una comunión directa con Dios, donde la obediencia, la humildad y el sacrificio se entrelazaron para darnos el regalo inigualable de la vida eterna. Señor, que nuestra comunión contigo permanezca por siempre! Amén.
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